jueves, 20 de agosto de 2009

Robert esperando a Francesca


"Los puentes de Madison" (1995)

Una imagen vale más que mil palabras. Robert esperando a Francesca, o lo que es lo mismo, Clint esperando a Meryl para huir juntos y recorrer puentes, selvas, montañas y arco iris.
Os dejo la escena completa, prácticamente cine mudo. Toda una lección, cómo decir tanto con tan pocos elementos.

6 comentarios:

Alex dijo...

Dos veces dos edité esa escena utilizando fotogramas congelados y dos veces dos me lo borraron los tipos de Youtube. ¡¡Malditos!!

Vi la película tres veces en pantalla grande. Recuerdo los detalles de las tres ocasiones. La primera vez salí de madrugada (sobre las dos) un viernes y me encontré con mi hermano mayor a mitad de camino en plena farra (y yo estado cada catatónico). La segunda vez (un martes) llovía a mares y me dio por darme un paseo de más de una hora antes de volver a casa (imagina cómo llegué). La tercera vez (un lunes) me puse a llorar cual Pee-wee Herman al llegar esta escena y un grupo de chicas sentadas a mi lado (que estaban igual que yo) me pasaron un kleenex.

No hace falta que te diga lo que la película significa para mí. Por cierto, el tío Clint dijo al estrenarse que se sentía culpable de miles de crisis matrimoniales por haber rodado una película con la que lloraban más los hombres que las mujeres.

Y sigo pensando que la novela es soberbia y que el final es el adecuado (horriblo palabro, siempre lo diré).

Selma dijo...

Qué gracia, yo también recuerdo detalles del día que la vi en el cine. Fui sola, y me harté de llorar. Salí del cine llorando, llegué a casa llorando, conté a mi hermana que me había encantado entre hipos.
Luego la he visto más veces en la tele, casi todas no he podido evitar las lágrimas.
Mi media naranja, en cambio, no entiende qué belleza veo en un adulterio. Creo que tiene miedo de que alguien se pare en casa a preguntarme dónde está Iowa...

desconvencida dijo...

También es mi escena favorita, Selma... es emocionante también cómo se recoge en el libro...

http://desconvencida.blogspot.com/2007/03/los-puentes-de-madison.html

Besos a los tres!!!

troyana dijo...

Tal cual dijo Gala: "el corazón tiene razones que la razón ignora",por eso apunta no hacia lo adecuado o conveniente sino más bien,en dirección aleatoria y caprichosa.Esta escena es tremenda,no me atrevo a juzgar a Francesca en ese momento de sopesar y decidir.Qué grandes ambos actores,qué peliculón!
bss

Selma dijo...

* Amaya, volvemos a coincidir en gustos y en escenas inolvidables. No he leído el libro, pero gracias a tu post veo que el final está perfectamente trasladado a la pantalla.
* Troyana, efectivamente, no se puede juzgar en cuestiones del cuore. Te imaginas la historia desde el punto de vista del pobre marido, Richard, si hubiera descubierto todo el pastel y aún así, hubiera permanecido fiel y callado durante años?

troyana dijo...

Selma,la verdad es que no me extrañaría nada que el marido de haber descubierto el romance,hubiera permanecido fiel y callado,por amor hay hombres(y mujeres) capaces de perdonar eso y mucho más.