jueves, 7 de mayo de 2009

Una mirada a África


"Teza" (2008) cuenta la historia de un médico etíope, Anberber, que regresa a su aldea natal a orillas del lago Tana, en Etiopía, en el año 1990, para reencontrarse con su anciana madre y su hermano mayor. Anberber ha vuelto de Alemania con una pierna mutilada, y se despierta todos los días entre terribles gritos.
A través de multitud de flashbacks nos vamos enterando de qué le ha sucedido en los años pasados: En los 70 reside en Alemania para ampliar sus estudios de medicina. Allí se relaciona con otros etíopes, cuya ilusión común es volver a su país para aportar todo lo que han aprendido en Europa. También forman un grupo de amigos con gente del país, incluso hay parejas mixtas entre hombres etíopes y mujeres alemanas.



Mientras tanto en Etiopía cae el régimen del emperador Haile Selassie, y se impone un gobierno comunista que pronto se convierte en una nueva dictadura.
Anberber viaja a Etiopía en los años 80 y comienza a trabajar en un hospital en la capital, pero pronto choca con los dirigentes políticos, porque él quiere mantenerse al margen, dedicarse solamente a su trabajo de investigador, pero no puede quedarse callado ante las injusticias que observa: la represión es enorme, los que no son partidarios de la Revolución son detenidos y asesinados. Su propia vida corre peligro, ve como unos exaltados matan a golpes a su mejor amigo, y, cuando intenta marcharse a ver a su familia, le detienen y le obligan a volver a Alemania del Este para empaparse de la ideología comunista y controlar que no haya disidentes entre la comunidad etíope que reside allí.
Un día, en Alemania, sufre una brutal paliza por parte de un grupo de jóvenes blancos, sólo por el hecho de ser negro, lo que le deja sin una pierna. Por eso regresa a Etiopía.
En su aldea natal, las cosas tampoco son fáciles. Son años de guerra civil, de resistencia al régimen totalitario comunista, y el ejército va por las aldeas llevándose a los niños mayores de 10 años para convertirlos en militares. Esto supone un drama para las familias y para la economía de subsistencia basada en la agricultura y ganadería.


Además se exponen otros temas, como el papel de las mujeres en el África rural (sometidas casi siempre al mandato de los hombres), la envidia del hermano de Anberber (el cariño de la madre es para el hijo pródigo que ha regresado), la (in)utilidad de la educación (para qué enseñar a los niños, cuando en la adolescencia se los lleva el ejército), la religión, la desubicación de Anberber (que fue extranjero en Alemania y es extranjero en Etiopía), los jóvenes que viven escondidos para escapar del ejército, etc.
La película es muy dura, muy crítica, a veces pesimista, pero también esperanzadora. Anberber se enamora, va a tener un hijo y se convierte en el nuevo maestro de la escuela, para enseñar que el futuro de África está en las nuevas generaciones de niños que no querrán ir a la guerra.
Está dirigida por Haile Gerima, un etíope que lleva 40 años en Estados Unidos, dando clases en escuelas de cine y promoviendo las películas independientes. Ha tenido muchos premios, como el premio especial del Jurado en el pasado festival de Venecia.

Fue un lujo poder disfrutarla recientemente en esta ciudad arrinconada, dentro del ciclo "Cine y Derechos Humanos". La verdad es que me quedé impactada. Como su distribución en España va a ser casi nula, he querido contaros la historia completa, aunque si tenéis oportunidad, no dudéis en verla.

2 comentarios:

princesadehojalata dijo...

Mirar África a través de tus ojos es una suerte. Qué peli más ambiciosa que dirían los críticos, tocar tantos palos y que les salga bien, verdad? Me quedo con que cada uno tiene que escoger su camino sabiendo que no hay que dar nada por sentado porque no sabes por dónde se va a abrir la vida. O sea, que nuestras posibilidades de elección son más bien escasas, pero hay que estar ahí. Vaya rollo te he metido! En resumen: Viva Etiopía!

desconvencida dijo...

Anotada queda, hay películas que tienen pésima distribución, a pesar de su calidad, una pena!!

Por cierto que antes de ayer me encontré con un conocido que ha estado un mes en Etiopía recientemente, y ha regresado enamorado del país y de sus gentes :)