lunes, 27 de abril de 2009

La otra Viridiana



En Tijuana, tres noches por semana,
se trabajaba en México la nuit.
"¿Qui'hubo, señor?. Me llamo Viridiana
y me apellido veinticinco mil".

Yo no buscaba amores mercenarios
y ella no era la venus de Buñuel,
pero el tequila de los solitarios
sabe mejor contigo, mademoiselle.

Y dos rondas mas tarde la besaba
y tres besos después me convenció,
y en un meublé por horas que alquilaba
ahorita les diré lo que pasó.

Tantas cosas me dió que no me daban,
tantas caricias casi de verdad,
que a mi se me olvidó que trabajaba
y ella no se acordó de trabajar.

Por eso, sin faltar una semana,
cuando me ven entrar al cabaré
los mariachis, mirando a Viridiana,
le cantan "Y volver, volver, volver".

Y, aunque en mi cumpleaños dé una cena
y no vengan mis hijos a cenar,
con ella cada noche es Nochebuena
y nunca se termina el carnaval.

Porque no hay bajo la luna mexicana
mejor menu para un perro andaluz
ni manos que hagan como Viridiana
la tarta de manzana de amour fou.

Con el corrido de la bella Malinche
y el pinche gachupin
¡que viva México la nuit!
Que sí (Mais oui)

* En recuerdo de toda la gente de Mexico que lo está pasando mal con este lío de la gripe porcina. Que puedan escuchar canciones como ésta, y que no les quiten las ganas de bailar.

miércoles, 22 de abril de 2009

Alida Valli

Tenía ojos de mujer fatal; su rostro era un cruce entre Vivian Leigh y Sofia Loren. Nació en Italia, en una familia aristócrata, y su experiencia en Hollywood fue breve, pero dejó huella.
Hitchcock le dio el papel de la viuda Paradine, que enredaba con malas artes al pardillo de Gregory Peck en "El proceso Paradine". Pero siempre la recordaremos por su personaje de Anna Schmidt en "El tercer hombre"; una mujer enamorada ciegamente del canalla Harry Lime (Orson Welles), que desaprovecha la oportunidad de ser feliz junto al bueno e interesante Holly Martins (Joseph Cotten).
Cada vez que veo la escena final (qué perfección!), le grito "no pases de largo, Anna!". De momento no me ha hecho caso.

miércoles, 15 de abril de 2009

Simplemente un cuento

"La joven del agua" (2006) es una película de M. Night Shyamalan que ha tenido unas críticas horrorosas, nominada y ganadora de varios Razzies. Pero a mí me gusta, qué le vamos a hacer. Porque es simplemente un cuento, porque me hubiera encantado verla de pequeña, o porque cuando la vi me hice niña durante un rato.
Porque me encantan las películas de Shyamalan (salvo "El incidente", no puedo con ella), que cuenta las cosas despacio, con grandes silencios y con quiebros imprevistos; "El protegido" es una de mis películas favoritas.

Y porque el protagonista es Paul Giamatti, ese actorazo que hemos visto en tantas pelis, casi siempre en papeles pequeños: "Donnie Brasco", "Desmontando a Harry", "Salvar al soldado Ryan", "Man on the moon", "American Splendor", por citar algunas de las mejores. "Entre copas" le dio el reconocimento que se merecía; el personaje de Miles, esta vez protagonista, le vino como anillo al dedo. En "La joven del agua" nos hace querer tener un Cleveland en nuestras vidas, para que nos proteja de todos los males que nos acechan.

Si a vosotros no os gustó nada, nada, nada, "La joven del agua", al menos quedaos con el cuento:

lunes, 6 de abril de 2009

The greatest thing



There was a boy
A very strange enchanted boy
They say he wandered very far, very far
Over land and sea
A little shy
And sad of eye
But very wise
Was he

And then one day
A magic day he passed my way
And while we spoke of many things, fools and kings
This he said to me
"
The greatest thing
You'll ever learn
Is just to love
And be loved
In return
"

* Os dejo con esta preciosa canción para las vacaciones. Conocía la versión de David Bowie en la Banda Sonora de "Moulin Rouge", pero resulta que quien la hizo popular en los años 40 fue Nat "King" Cole. Ha sido interpretada por multitud de cantantes, desde Frank Sinatra hasta Celine Dion, y su melodía también se ha utilizado en varias películas, como "El talento de Mr. Ripley".


jueves, 2 de abril de 2009

El espejo en el espejo

"Muchacha ante el espejo" (1932), de Pablo Picasso

"Sobre la amplia superficie gris del cielo se deslizaba un patinador, cabeza abajo, con la bufanda de lana al viento. Podía hacerlo, pues el cielo estaba helado.
Con narices goteantes y bocas abiertas, lamultitud contemplaba el espectáculo desde la tierra, señalaba hacia arriba y aplaudía a veces cuando el patinador realizaba un salto (naturalmente, al revés) especialmente difícil.
Patinaba describiendo arcos y lazadas, trazando una y otra vez las mismas figuras hasta que la huella de su carrera quedó grabada en el cielo. Entonces se vio que eran letras, un mensaje urgente quizás. Luego se alejó y desapareció a lo lejos detrás del horizonte.
La multitud miraba fijamente el cielo, pero nadie conocía el alfabeto, nadie podía descifrar lo escrito. Despacio desapareció la huella y el cielo volvió a ser una amplia superficie gris solamente.
La gente se fue a casa y olvidó pronto el incidente. Cada cual tiene, después de todo, sus propias preocupaciones y, además, quién sabe si el mensaje era realmente tan importante."
"El espejo en el espejo" (1986), de Michael Ende
* Recuerdo lo inquietante que me pareció este libro cuando lo leí, tendría yo unos 16 años. Hay relatos terribles, apocalípticos, pero todos son bellos y fantásticos.
* Mirándome en el espejo de internet, resulta que hay otros/as Selmas/Salmas en el universo de los blogs; aparte de echar por tierra mis intentos de originalidad, me ha parecido muy curioso. Ahí van algunos enlaces:

¿Y vosotros? ¿Qué véis cuando os miráis en el espejo?